¿Los franceses todavía creen en el referéndum? "Hay una profunda frustración vinculada a 2005"

"Hay una profunda frustración con el referéndum". El politólogo Benjamin Morel advierte a Emmanuel Macron sobre RMC , antes de su intervención en TF1 el martes por la noche . El Presidente de la República podría aprovechar esta oportunidad para anunciar referendos sobre diversos temas.
El último referéndum nacional en Francia se celebró en 2005. Los franceses votaron "no" al Tratado Constitucional Europeo con un 55%. Este último, sin embargo, finalmente fue ratificado en otra forma. Un recuerdo impactante que sigue siendo "una profunda frustración", afirma Benjamin Morel sobre Apolline Matin .

"Este no es el único referéndum que se ha burlado en los últimos años. Referéndums locales, como el de los corsos, que votaron en contra de la comunidad única y la obtuvieron diez años después. Lo mismo ocurre con Notre-Dame-des-Landes , donde hubo un voto a favor, pero donde el proyecto finalmente quedó sepultado", enumera el profesor de la Universidad París 2-Assas.
Este último se preocupa sobre todo por la motivación de Emmanuel Macron, que "quiere celebrar referendos, pero se pregunta sobre los temas sobre los que hacerlo".
"Es una manera de reposicionarse en el juego político y utilizar uno de sus últimos poderes restantes. Estamos en una situación muy política", analiza Benjamin Morel.
Según una encuesta de Elabe para BFMTV , 8 de cada 10 franceses están a favor de organizar un referéndum. Sobre todo quieren que se les pregunte sobre el presupuesto, la inmigración o incluso las pensiones. El problema es que el Elíseo "se plantea más bien la organización territorial, la cuestión de las pantallas para los jóvenes y los horarios escolares". Benjamin Morel teme que se trate de «temas que corren el riesgo de ser poco considerados y de provocar una forma de desmovilización, o incluso de indiferencia».
Emmanuel Macron podría preferir una consulta a un referéndum, "sin ningún marco legal", advierte Benjamin Morel. "La idea es conseguir que los franceses voten sobre ciertas cuestiones, mientras que un referéndum cuestiona un proyecto de ley", explica.
Se trataría de "una especie de megaencuesta" que tendría un carácter "puramente consultivo". "Si no hay una ley detrás, no tiene valor", afirma el politólogo. Lo cual podría decepcionar una vez más a los franceses. El coste de dicha consulta, estimado en 200 millones de euros por el Ministerio del Interior, también podría despertar sospechas en el seno de la oposición.
RMC